miércoles, 19 de junio de 2013

Sueño.

   La verdad es que, normalmente, mis sueños no son especiales.. Pero una vez tuve uno que jamás olvidaré. Supongo que muchos habréis soñado con volar, yo misma lo he hecho en varias ocasiones, pero este sueño fue diferente. 

Yo estaba en un bosque, rodeada de flores exóticas y árboles gigantescos, sintiéndome diminuta entre la gran inmensidad de aquel precioso paisaje que parecía el mismísimo paraíso. Recuerdo que iba descalza, con un largo vestido blanco. Andaba y andaba sin rumbo fijo, pero no preocupaba no saber dónde estaba, ya que aquel paraje me tenía hipnotizada. Todo parecía pacífico, escuchaba los pájaros cantar y el sonido del agua cayendo de algún riachuelo.. Hasta que escuché unos pasos. Mi corazón comenzó a acelerarse, no entendía el por qué pero imagino que sería alguien que yo supuestamente conocía y me estaba persiguiendo por alguna razón que desconocía. Empecé a correr lo más rápido que pude, tenía mucho miedo y cada vez sentía más adrenalina, justo en ese momento, paré de golpe. Había llegado a el borde de un acantilado. Creía que era el fin, que tendría que acabar saltando, pero no. De la nada apareció un largísimo puente, tan largo que no se veía dónde acababa, sólo había niebla. Los extraños pasos volvían a escucharse y cada vez más cerca, así que decidí cruzar aquel puente, aquel tétrico e inestable puente que había aparecido por arte de magia. Cogí carrerilla, suspiré e inicié aquella locura. Corrí mientras sentía el crujir de las tablas y a veces, alguna que otra se desprendía, pero no miraba atrás, no sentía nada y, cuando me di cuenta mis pies habían dejado de tocar las tablas y el viento me mecía a su antojo, miré hacia abajo y no vi nada, no cabía duda, estaba volando. Sin duda fue y será uno de mis mejores sueños, quizás el mejor hasta ahora, ¿El por qué? pues simplemente, porque cuando me vi allí volando como un pájaro me sentí libre, sin preocupaciones, como si todos los problemas pasaran a un segundo plano. Sólo yo, el viento y aquel paisaje de ensueño.


miércoles, 12 de junio de 2013

Lo bueno, si breve, dos veces bueno.

        A veces, miras a tu alrededor y te sientes pequeño, ¿por qué?, porque ves lo sociable que es la gente, la de amigos que tienen todos, de todas las edades, nacionalidades y sexos.. Y claro, tú sólo tienes a unos cuantos amigos del alma, con los que siempre vas, unos amigos que te demuestran día a día que valen la pena, siempre están ahí para lo bueno y para lo malo, los quieres muchísimo. Pero llega un día que empiezan a presentarte a gente, gente genial y divertida, y esa gente te presenta a más y más, empiezas a sentirte vivo, estás rodeado de amigos por todas partes, te sientes popular y sociable. Tu nombre cada vez suena más, aunque eso no siempre sea bueno, pero al menos, hablan de ti. ¿El gran problema? pues que tus verdaderos amigos, los que te guardaban los secretos, los que te entendían y consolaban como nadie, los que prácticamente eran tus hermanos se están convirtiendo en unos amigos más, después en unos conocidos y finalmente en unos completos extraños.. Justo en ese instante te das cuenta. Tus amigos de ahora no te comprenden, ni siquiera tienen tus gustos, apenas sabes de sus vidas ni ellos de la tuya, y no les importas casi nada. Tus mejores amigos ahora te miran raro, como si no te conociesen, como si fueras una persona totalmente distinta, y aún así sabes que cuando quieras volver con ellos te van a recibir con los brazos abiertos y sin pedirte explicaciones, porque darían sus vidas por ti. Esos, esos sí que son amigos de verdad, y sinceramente, prefieres perder toda esa fama y popularidad y volver a ser el de antes con tus amigos de toda la vida, y no con cientos de "amigos" que eran en realidad unos desconocidos. Ser sociable está bien, pero hasta un límite.


Descargas ilegales.

   Yo, como internauta, pienso que no deberían prohibirse las descargas gratuitas por internet. Personalmente me parece absurdo, hoy en día hay miles de páginas para descargar música, películas, vídeos.. Y no creo que puedan acabar con todas de un día para otro, además, los precios de los discos y del cine son cada vez menos asequibles por lo que es mucho más cómodo descargar.
En cuanto a la música creo que los cantantes no se ven tan afectados comparando lo que pierden con la barbaridad que pueden llegar a ganar, por lo tanto yo me pregunto: ¿es necesario comprar un disco del que puede que sólo te gusten dos canciones?. Con el cine pienso lo mismo, los actores/as ganan demasiado. Al fin y al cabo nos deben su éxito, porque ¿qué sería de ellos sin nuestra audiencia y espectación?.